Nuestro INDIO ETERNO, el 10 que se convirtió en tribuna

Omar Hugo Gómez, habilidoso, carismático, buena gente e inigualable se despidió de nosotros hace 4 años. Es imposible no recordarlo, con su característica sonrisa y su pelo largo, siempre en el club, ya sea pintando el Centenario o viendo un partido como un hincha más.



El gran mito cervecero, el Indio, el único que ganó tres campeonatos con el club (Primera B 1975, Metropolitano 1978 y la Primera B de 1986/87), el mismo que nos hizo gritar 49 goles. Tenía alma de potrero y pies de salón, pura gambeta propia del estilo criollo y no se achicaba contra ningún rival, como lo demostró en el 3-1 frente a River, donde marcó el segundo gol dejando desparramado a Ubaldo el Pato Fillol.

Como decía José Yudica: “Si el Indio hubiese realizado las cosas que hizo en Quilmes con la camiseta de Boca, habría sido tapa de El Gráfico todos los martes”. Esa descripción solo se la adjudicaba a un fuera de serie, tanto adentro como más allá de la cancha. Gómez fue un showman del fútbol argentino, pionero en muchas cosas como ser el primer jugador en portar botines blancos o llegar a la vieja cancha, ubicada en Guido y Sarmiento, en helicóptero, luego de ganar la Primera B de 1986/87.

 Para entender a la perfección el amor del hincha cervecero al Indio Gómez, es fundamental utilizar las palabras que dijo Adrián Di Blasi: “el Indio es el mejor futbolista que vi con la camiseta de Quilmes. Es nuestro Maradona. Hizo los goles más inverosímiles, un fenómeno”. Y sí, Gordo, no hay una descripción más precisa que asimilarlo con el Diego, ya que a pesar de ser una estrella en el equipo, siempre fue muy cercano al hincha.

Por esto y mucho más, nuestro eterno 10 siempre será recordado en Quilmes y seguirá corriendo su nombre en su propia tribuna, la “Omar Ind10 Gómez”.

Por: Facundo Inda